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    Patricio, Francisco, Carlos.

    Por enésima y última vez intento que los 4 podamos llevar una vida normal como hermanos. Si esta vez no puede ser, me centro en la mía y si alguno de vosotros quiere saber de mi vida, ya sabe dónde estaré. Ya estoy cansado de preocuparme por conseguir lo que me encomendó nuestra madre, antes de morir.  Volver a vernos juntos los 4 juntos sería bonito pero no quiero guardar muchas esperanzas, porque parece que nuestra relación fraternal conforme pasan los años se va distanciando más, especialmente con vosotros dos,  Patricio y Carlos.

    Hace 2 semanas, gente de la Ossa que pensé que eran amigos míos, ni si quiera se dignaron a contestarme cuando les escribí y les conté un poco de mi situación. Solo hubo uno que me llamó para preocuparse y me pidió perdón por no haberme llamado alguna vez para animarme; debo decir su nombre porque le respeto y sé que también él a mi, es Juanete. Le deseo lo mejor, es buena persona y ahora es feliz con la persona que comparte su vida.

    Hace también unas semanas, tú Carlos, con la que tenía más trato ultimamente, te enfadaste conmigo la primera vez en nuestra vida cuando intenté contarte mi situación. No te lo tomes como reproche, lo entenderás cuando leas esta carta. Si alguna vez te hice algo y que yo no recuerde, te pido perdón. Te tenía y te tengo un cariño especial como hermano pequeño; ahora que vengo observando tu proceder, desde no hace mucho tiempo, creo saber la razón por la que te está distanciando de mi. Sepas que si te alejas, te voy a respetar, tienes mujer e hijo y yo no voy hacer nada que os perjudique a los 3, jamás.

    Siempre  te respetaré.

    Y va hacer casi 3 años que a ti Patricio, te pedí dinero para poder sobrevivir ( ya va hacer 10 que vivo casi a costa de Mariantonia, a mi pesar), creo que me lo prestaste un poco de mala gana, pero yo debo agradecértelo, deseando que me cambie la suerte algún día para devolvértelo. Tu préstamo me duele, siempre creí que entre hermanos era nuestra obligación ayudarnos, así nos educó nuestra madre que en PAZ descanse. 

    El dinero no me lo entregaste con el corazón, creo que fue para que no hablen mal de ti los demás… pero bueno, espero que algún día reconozca tu corazón (de piedra, una vez que te pedí ayuda, llorando y desesperado, me dijiste que así lo tienes y que lo único que te importaba en la vida era tu dinero) que algo hizo tu hermano Antonio por ti y por tu familia ( por llamarla de alguna manera).

    Patricio el dinero no es el centro de la vida, no lo olvides. Espero y deseo que no pases por el calvario que yo he pasado, te darás cuenta que hay otros valores más importantes que el dinero. Algún día lo comprendas cuando pages tu penitencia y termines tu duelo. Por cierto, Mariantonia me dijo que le enviaste un mensaje, en el que le decías que te lo devolviera porque te vas hacer una casa. Déjame que respire, te lo devolveré . ¿ o crees que en el agujero está más seguro que en las manos necesitadas de un hermano ?

    Si te vas hacer una casa, sepas que puedes contar conmigo, para lo que haga falta, ya lo hice antes, a pesar de la ingratitud de tu mujer y de la poca valoración tuya del trabajo que os hice gratis. Yo, en ese aspecto, sabes que soy generoso, lo hice sin nada a cambio y lo haría ahora también a pesar de mi situación. Es mi obligación como hermano ayudar pero sé que no me lo vas a pedir ( si de verdad te la vas a construir) porque creerás que es a cambio del dinero que te debo. 

    También se por Carlos que estás cambiando. Me alegraré por ti, es bueno y saludable. Sepas que estoy por la labor de entendernos y llevarnos bien, si algún día puedo volver a la Ossa en las condiciones que yo deseo.

    Patricio si te sirve, aprende a perdonar ( y a perdonarte) y los demás sabrán hacerlo también. Mi perdón lo tienes, decidas lo que decidas con nuestra relación. Se por Carlos le preguntaste por que te odio; Patricio yo no te odio, yo no se lo que es eso, tampoco te tengo rencor, no lo he tenido con nadie y menos con mis hermanos. Es más simple: te hago responsable  del daño que los tuyos han causado a nuestra familia; si hay algo que te puede definir como persona sin corazón ( aunque yo sé que lo tienes, eso sí, con muchas capas para protegerte no se de qué)  es tu jactancia, esa actitud no es buena para una persona. No Patricio, yo no te odio, solo he dejado de respetarte, antes de pequeño, te lo tuve y mucho. A raíz de casarte y nacer tus hijos y ver que se repetía la historia, te lo perdí. De aquellos polvos te vienen estos lodos. A pesar de ello, si me he equivocado contigo, te pido humildemente perdón. Abrir el corazón y hablar con humildad nos haría bien a los cuatro.

    Y Francisco, de ti no tengo nada que decir, estás muy al corriente de mi vida actual y a raiz de nuestro encuentro en Sevilla nos hemos recuperado como hermanos. En adelante espero que sigamos enriqueciendo nuestro espíritu y nuestro intelecto y si el destino así lo quiere, podamos vivir juntos si llegara el momento: la puerta de Sevilla para ti está abierta y sabes que mi corazón y mi mente, contigo están abiertos para compartir los últimos años de nuestras vidas, si así lo dispone el destino y tu desearas volver a esta España nuestra tan ingrata con algunos de sus hijos, y a  la que yo no debí volver cuando me fui a Suiza. Esa es mi frustración. Sé que  juntos, nos hubiéramos labrado un destino mejor o por lo menos hubiéramos tenido más calor familiar como tú no has tenido. Sabes que eres mi Alter Ego ( mi otro yo) y por desgracia el destino nos separó cuando teníamos predestinada una vida juntos, porque somos complementarios aunque nuestro carácter (inmaduro entonces) nos distanciara.

    Puede que el destino nos dé otra oportunidad.

    Dicho esto, como cada uno es responsable de sus aptos y  si llegara el caso, si deseáis convivir como hace la gente normal, hoy sigo dispuesto. Nosotros, por desgracia no hemos tenido esa oportunidad que la mayoría de familias lo tienen y lo disfrutan. Esa es mi gran frustración como persona, como también fue la de nuestra madre que en Paz descanse: Vivir feliz en un a familia Normal

    Ahora os cuento todo esto para que tengáis  presente mi situación  y la raíz de mi desgracia; y sepáis como me siento y en la medida que queráis  me ayudéis, aunque sea  animándome con 4 palabras, especialmente tú Patricio y tú Carlos que sois parcos en ellas.

    Espero que comprendáis mi situación. Mariantonia apareció en mi vida y su estabilidad económica e inteligencia me hizo agarrarme a la nueva vida que ella deseaba reiniciar en su Sevilla natal, después de una etapa oscura y dura en Zaragoza. A primera vista nos aceptamos porque nuestra personalidad, carácter y determinación en la vida es similar, ella con fortuna, yo sin ella. No olvido el día que me dijo que lo único que me podía ofrecer era un techo y un plato de lentejas. Eso lo dicen pocas personas y lo cumplen.Yo estaba tan desesperado y perdido que lo acepté, no tenía a nadie, vosotros ( y otras personas que no deseo nombrar que cargaron su rencor contra mi persona, porque «a perro flaco todo son pulgas»)  quizas sin pretenderlo mirabais  para otra parte, o yo sentía esa sensación de abandono e inseguridad;  era tal mi desesperación que elegí el camino más seguro para mi estabilidad personal;  a cambio he tenido que pagar un precio como persona: mi libertad e independencia. 

    Lo duro para mí es que a cambio de la vida confortable que comparte conmigo,  es que me  estoy convirtiendo en una persona muy dependiente, todo lo contrario a como yo era, y convivir con otra persona que es libre y muy independiente  y que además tiene las necesidades cubiertas, es un poco cruel para mi. De todas formas ya llevamos juntos casi 10 años y puedo aseguraros que muchas horas al día juntos como jamás he estado con otra mujer, reconozco que es una de las mejores personas (como nuestra madre)  que se han cruzado en mi camino, también debo decir ,con un carácter fuerte y con sus problemas como toda la gente. A cambio, creo que le he ayudado y eso me ha reconfortado estos años pero con ello solo no vasta. Necesito mi libertad y mi autonomía, aunque sea de vez en cuando.

    Ahora que han pasado casi 10 años y reconozco que he convivido ( porque me lo ha permitido) con una persona con un gran corazón, y que le he cogido cariño ( aunque a veces me saque de quicio), y además  estoy curado de mi depresión ( gracias a los medicamentos y a Mariantonia, es justo reconocérselo)  se me está haciendo un poco difícil pensar que tengo que terminar mis días  viviendo siempre aquí en Sevilla, sin trabajo, casi sin dinero, dependiendo de ella y permitiéndome vivir en su casa, sabiendo que no siento todo lo que ella se merece como mujer, aunque lo compense dedicándome a ella en lo que haga falta.

    Hace un año cuando me percaté de la dimensión  al que he llegado de dependencia , empecé a hacer algo por mi y para mi: emprender el proyecto de la bicicleta en el que he puesto todos mis conocimientos, experiencia, mi esfuerzo y el poco dinero que me queda del que me prestaste tú, Patricio, para ver si me saca económicamente de mi pobreza y me puedo jubilar con dignidad y con un pequeño colchón para no depender más de Mariantonia y si hubiera lugar hacer por ella lo que ella ha hecho por mi estos casi 10 años.

    Comparto con vosotros esta carta, ahora que no deseo seguir escondiéndome por vergüenza e informaros cual sería mi deseo 

    Carlos, si me lo pones fácil y consigo rentabilizar el proyecto de la bicicleta, deseo me dejes que algún día arregle la casa de nuestros padres (tuya ahora) a mi gusto y con mis posibilidades, disponiendo del usufructo como ya te planteé una vez; todo se quedaría para tu hijo Carlos. Tal vez sea la forma de sentirme mejor y no perder de dónde vengo. Disponer por temporadas  dos formas de vivir:  la de aquí en Sevilla con ella y la de mi vida anterior en la Ossa; de esa manera puede que consiga paz interior y me sienta mejor conmigo y con los que me rodean, la gente de aquí, con vosotros, y con la gente que conocía por allí que me siga apreciando. Si, tal vez sea mi solución. 

    Por ello, espero que tengáis un poco de humanidad y me aceptéis en vuestras vidas, me hará bien y espero que también a vosotros. Solo os pido que  comprendáis mi situación, con 63 años ya y sin perspectiva de que alguien me dé trabajo por aquí  y por favor, no me reprochéis todos los errores que lamentablemente cometí en el pasado, también con vosotros por haber sido demasiado duro ( y tal vez injusto) en algunas ocasiones.

    No sabéis lo que supuso para mi tener que dejar la buena vida que tenia en Denia a la fuerza y con una demanda de Crespo-Gomar (por la bicicleta) que me paralizó profesionalmente, después invertir erróneamente el poco dinero que tenia y todo mi esfuerzo en balde en una casa en Barrax  ( pueblo que no soportaba) y  tener que divorciarme porque no me quedaba otro remedio, (me reservo la razón) y sin conseguir un solo trabajo por la crisis, como el intento de Felix, ( mi amigo) de engañarme para que le construyera un chalet en San Pedro, a cambio unas parcelas que sería hoy imposible de construir en ellas y en el peor momento de la crisis;  y estando bastante perdido llegó la pérdida de  nuestra madre (que me afectó bastante) , después tu desgracia, Patricio; también el intento de recurrir a los amigos de Denia para que me echaran una mano y que a la hora de la verdad miraron para otra parte y finalmente enterarme a los años que mis derechos de autor se lo han apropiado los de Vigar …. paro para no amargaros con mis desgracias.

    Carlos espero que tú especialmente comprendas el porqué de mi situación, como te dije en nuestra última conversación por teléfono. La vida no ha sido fácil para mí. Ojalá no hubiera estudiado y hubiera sido Albañil como nuestro padre. Hermanos no sabéis  la mala suerte que llevo arrastrando desde que me despidieron sin lógica, por la disputa entre los dos hermanos Vigar ( esa fue la razón) cuando mejor les iba ( y a mi ) hace ya 15 años: con éxito, ganando bastante dinero, y con un futuro prometedor y con la oferta de abrir estudio para trabajar internacionalmente con el hermano pequeño, como me prometió; fui un ingenuo que se dejó engañar. Desde entonces llevo sin levantar cabeza y no sabéis la cantidad de puertas que he llamado para conseguir un trabajo y depender de mi capacidad y de mi esfuerzo. Han sido 15 años terribles, aunque presiento que se acaban. ¡ Ojalá !

    En fin, en abril del próximo año podré jubilarme ( porque me van a corresponder 2 años de paro y coincidirá con mi fecha de jubilación)  con la paga, aunque pequeña ( 675€) y con el dinero que me debe Mariantonia por arreglar su chalet para mejorar su venta, me gustaría vivir temporadas en casa de nuestros padres, siempre que tú, Carlos aceptes hacer una pequeña limpieza y me ayudes a arreglarla un poco para que pueda vivir dignamente, cuando vaya. Yo sufragaré los gastos del arreglo del tejado, del cambio de las carpinterías y de aquellos pequeños arreglos que necesite para que sea habitable.

    Yo me sentiré más digno y más próximo a vosotros y a mi vida anterior, esperando volver a tratar con la gente que conocía y aceptar con humildad, la vejez que se me aproxima. Y Mariantonia se librará de mis bajones y frustraciones, después de casi 10 años escondiéndome de todo el mundo, por vergüenza de mi fracaso, por mis errores y tal vez por haber perdido lo mejor de mi.

    Es lo mínimo que yo haría, si alguno de vosotros estuviera en mi situación. ¿ es pedir mucho ? Lo siento, os lo tenia que escribir para que supierais en qué situación me encuentro  a pesar de las apariencias que siempre esconden la verdad.

    Nada más ( y diréis nada menos) es lo que siento y quería compartirlo con vosotros. Deseo recuperaros como hermanos, en la medida de que vosotros queráis disfrutar de los años que nos queden juntos y en Paz. Sería bonito  cumplir el deseo que nuestra madre. Se lo debemos.

    Un Abrazo con todo mi cariño;

    Antonio

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